Él reía y yo creía.
¡No! Mi queridito ser lineal;
las cosas no son tan así...
¿Y cómo son?
Algo había en tu mirada que no me agradaba
yo lo sabía, sin embargo no despertaba.
¡Adelante! Las puertas son de adorno
(escuché varias veces por ahí...
y no me resultaba mala la idea)
Algunas veces me pareció escuchar un ladrido
justo cuando me hablabas del suicidio.
Yo, tan fiel a los de cuatro patas
esas veces no supe darles atención.
¡Cuánta ira de repente!
¡Cuánta verdad sorprendida!
Falseaste tan suciamente...
¡Y yo creía y yo creía!
Hoy perdono (lo he aprendido a implementar):
Perdonar no es volver las cosas al mismo lugar.
Lo que después pueda ocurrir
simplemente, es cosa del después...
Pero el después no es cosa del destino.
Cada uno hace su camino.
Lo es sabido, lo es sabido.
Ahora bien, una preguntita:
¿Quién te crees que sos, así tan polentita?
Tu nariz se abre hacia el polvo
y por eso caminás tan bota de coronel.
Duro como si fueras un líder de la zona V...
(¡Vampiro!)
Perteneciente a los seres lineales,
que beben tanta sangre de los susceptibles.
Lo hacés bien, sin duda alguna,
pero te cuento que sin soltura
vivirás atado a tu estatura.
Rima y no me refiero a tu tamaño corporal.
Hay niveles como los tuyos que muy bajos están.
Tanta crisis que te rodea
y vos sólo pensás cómo usar un rato al otro.
Te ofrecí una mano, una amistad, un oído
y vos, ser lineal y desagradecido,
sólo supiste matar el filo.
Hasta aquí escribimos, ser lineal,
siempre serás de los que sigan la blanca linea
de tu catálogo camino.
Siempre a punto de estallar.
Quizás cambies... Quizás mejores...
¡Ya no me importa!
Au revoir.
¿A quién quiero engañar?
¿Quién soy para juzgar?
Un principito, un lobito,
un zurdito desordenado...
Sólo soy un caprichito de arrabal...
¡Convide un tiro más!
(Gastón)
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